En el matraz de fondo redondo provisto de condensador de reflujo debidamente refrigerado y entrada de gas, se colocan 100 g de alcohol etílico y 50 g de cloruro de cinc anhidro. La parte superior del refrigerante de reflujo está conectada a dos botellas de lavado. La primera contiene agua y la segunda ácido sulfúrico concentrado. Por último, el aparato se conecta a un matraz refrigerado para condensar el producto de la reacción. Se hace pasar una corriente seca de cloruro de hidrógeno gaseoso a través de la mezcla en ebullición. Los vapores de cloruro de etilo se lavan con agua, ácido sulfúrico concentrado y se condensan en un matraz que se enfría con una mezcla congelante de hielo y sal. Como el cloruro de etilo hierve a 12°C, debe conservarse en tubos de vidrio sellados. El rendimiento es casi cuantitativo.