Los prejuicios hacia las drogas dificultan y su consideración como causa principal cuando una persona desarrolla un Trastorno por Consumo de Sustancias puede dificultar que se llegue realmente a la raíz del problema. Para algunos profesionales, casi cualquier consumo de drogas que no sea el socialmente aceptado es problemático. Los enfoques moralistas o exagerados dificultan el reconocimiento, la comprensión y el abordaje de las verdaderas causas.
Gran parte de los mensajes sobre las drogas son de carácter negativo, centrándose únicamente en los riesgos y problemas, sin distinguir los que son probables y frecuentes de los que son anecdóticos o esporádicos. Mucho menos reconocen los placeres. Esto lleva a perder la confianza en los expertos y a no identificar las situaciones que realmente entrañan peligro. Por otra parte, todos tendemos a ver nuestros comportamientos como "normales" y la autojustificación o el autoengaño es una reacción frecuente cuando surgen dificultades;
Cuando las personas tienen dudas o sospechas, se suele dejar en manos de un equipo profesional la evaluación de si existe o no un problema. En realidad, lo importante es la reflexión personal y profunda sobre el grado de satisfacción que nos producen nuestros comportamientos y hábitos. Si los placeres son mayores que los riesgos a los que nos exponemos, si realmente percibimos que tenemos el control de nuestra vida y si lo que hacemos nos permite vivir la vida como queremos vivirla;
No se trata de someterse a un interrogatorio, sino de pararse un momento a reflexionar sobre algunos aspectos. Puede que no tengas nada que cambiar. Puede que no te hayas hecho antes algunas preguntas. Es posible que tú mismo puedas cambiar algunas cosas, si crees que lo necesitas. También puede ocurrir que necesites cambiar cosas, pero no lo consigas. En ese caso puede haber un problema. A veces los problemas se resuelven individualmente, con tiempo o con la ayuda de personas cercanas. Otras veces el consejo o el apoyo de un equipo profesional puede ser útil o incluso necesario;
Algunas reflexiones que podemos hacer:
Gran parte de los mensajes sobre las drogas son de carácter negativo, centrándose únicamente en los riesgos y problemas, sin distinguir los que son probables y frecuentes de los que son anecdóticos o esporádicos. Mucho menos reconocen los placeres. Esto lleva a perder la confianza en los expertos y a no identificar las situaciones que realmente entrañan peligro. Por otra parte, todos tendemos a ver nuestros comportamientos como "normales" y la autojustificación o el autoengaño es una reacción frecuente cuando surgen dificultades;
Cuando las personas tienen dudas o sospechas, se suele dejar en manos de un equipo profesional la evaluación de si existe o no un problema. En realidad, lo importante es la reflexión personal y profunda sobre el grado de satisfacción que nos producen nuestros comportamientos y hábitos. Si los placeres son mayores que los riesgos a los que nos exponemos, si realmente percibimos que tenemos el control de nuestra vida y si lo que hacemos nos permite vivir la vida como queremos vivirla;
No se trata de someterse a un interrogatorio, sino de pararse un momento a reflexionar sobre algunos aspectos. Puede que no tengas nada que cambiar. Puede que no te hayas hecho antes algunas preguntas. Es posible que tú mismo puedas cambiar algunas cosas, si crees que lo necesitas. También puede ocurrir que necesites cambiar cosas, pero no lo consigas. En ese caso puede haber un problema. A veces los problemas se resuelven individualmente, con tiempo o con la ayuda de personas cercanas. Otras veces el consejo o el apoyo de un equipo profesional puede ser útil o incluso necesario;
Algunas reflexiones que podemos hacer:
- ¿Por qué consumo drogas y lo hago como me gustaría?
- ¿Con qué frecuencia lo hago? ¿Con qué frecuencia me gustaría hacerlo?
- ¿Está cambiando mi consumo con el tiempo, estoy consumiendo más que antes?
- ¿Cuál es mi círculo social? ¿Cuántas de mis amistades no están relacionadas con las drogas? ¿Tengo tiempo de ocio sin consumo de drogas?
- ¿Cómo me relaciono durante la semana con las mismas personas con las que salgo de fiesta? ¿He probado cosas diferentes? ¿He tenido éxito? ¿Cómo me he sentido?
- ¿Tengo o he tenido problemas económicos relacionados con mi consumo de drogas? ¿Cuánto dinero gasto? ¿He tenido dificultades para controlar mis gastos? ¿He hecho cosas que normalmente no haría para conseguir drogas?
- ¿Con qué frecuencia he dejado de cumplir con mis obligaciones (trabajo, familia, estudios...) después de una fiesta? ¿Con qué frecuencia mantengo relaciones sexuales tomando drogas? ¿Y sin tomarlas? ¿Me siento a gusto conmigo mismo en este sentido?
- ¿He hecho cosas bajo el efecto de sustancias que no haría en condiciones normales? ¿Cómo me siento al respecto?
- Cuando tengo una mala experiencia, ¿me preocupo de averiguar qué ha pasado y cómo evitarlo? ¿Conozco las estrategias de reducción de riesgos, pero no las aplico?
- ¿Planifico mi consumo o lo hago instintivamente? ¿Me preocupo por la calidad de las sustancias? ¿Son fiables los proveedores o los analizo?
